Pintamos y coloreamos cada Turulato a mano, con todo nuestro cariño. Éste trabajo artesanal se aprecia en los detalles del trabajo manual, que hace único cada ejemplar; los Turulatos se parecen, pero nunca son exactamente iguales. Con todo el amor y trabajo que ponemos en cada Turulato, esperamos que tú los aprecies y queremos que te duren muuuuuchos años. Conseguirlo es muy fácil y sencillo.
El material principal de tus Turulatos es el metacrilato que hace relucir sus vivos colores y reflejos característicos, pero este material tiene riesgo de rallarse así que, un poquito de cuidado con lo que hacemos con nuestros Turulatos ¿vale? A fin de que puedas mantenerlos tan brillantes y fantásticos como el primer día sólo hay que tener en cuenta unos pequeños detalles elementales y de sentido común, así que si eres una auténtica Turulata, una Turulata de verdad, mejor que los leas, por si acaso.
Como nos ocurre a todos, a veces tenemos un mal día, estamos un pelín torpes y se nos resbalan las cosas, así que es muy importante que sepas que si eso te ocurre con tus Turulatos, desgraciadamente, lo más seguro es que se rompan. El metacrilato es un material frágil al que debes tratar con sumo cuidado, déjalos en un lugar donde no se puedan rallar o estropear.
GUARDA BIEN TUS TURULATOS
Lo lógico es que guardes tus pendientes en un joyero con departamentos. Aunque, como las Turulatas no tienen por qué ser lógicas, puede que no tengas joyero o incluso quieras utilizar tu colección de Turulatos como accesorio de decoración. En cualquier caso, puedes guardarlos donde y como quieras siempre y cuando tengas en cuenta EVITAR:
- FUENTES DE CALOR: Sol directo, calefactores, radiadores, almohadillas eléctricas, los fuegos de la cocina, parrillas y barbacoas........... En fin, ya habéis pillado la idea ¿no?
- HUMEDAD: Si te gustan las duchas o baños prolongados no lleves tus Turulatos contigo al baño ni los guardes ahí. ¡La humedad les gusta tanto como a los cactus!
- RALLADURAS: Sea donde sea que los guardes, asegúrate de que no entrarán en contacto con cualquier objeto que pueda rallarlos: una caja con bisutería suelta, ese cajón en el que guardas todo lo que no sabes dónde meterlo o el departamento “desastre” del bolso o en sitios similares.
LIMPIEZA
¡¡¡Muy fácil!!! Simplemente recuerda frotar suavemente tus Turulatos con un algodón humedecido con agua o un paño seco de limpiar gafas.
NO, NUNCA, JAMAS, DE NINGUN MODO, EN ABSOLUTO, NO ES NO, uses cepillos, servilletas o pañuelos de papel ni esponjas, todos ellos son los malos de la película y lo único que quieren es arañar y rallar tus Turulatos. No les dejes y protege tus Turulatos del “mal”.
Si has sufrido la desgracia de manchar tus Turulatos de “a saber qué” usa un algodón rociado con alcohol, pero OJO!, si tu Turulato tiene un grabado no pases el algodón por esa zona o lo perderías para siempre.
Te recordamos que frotes suavemente cuando los limpies y no debes usar disolventes, lejía, salfumán, amoníaco, ni cualquier otro producto aparte del agua o del alcohol. Con estas sencillas indicaciones ya estás preparada para usar tus pendientes durante mucho mucho tiempo. Ves?, es muy fácil cuidar tus Turulatos. Esperamos que estos sencillos consejos te permitan disfrutar de ellos durante años, todos han sido creados por nuestras manos y todos ellos son como nuestros niños mimados y deseamos que tú también los mimes con el mismo cariño con el que los hemos creado para ti.